El concepto de impresión digital está relacionado con la impresión sin utilización de fotolito (filmless) o matriz (plateless). Los datos para esa reproducción vienen de archivos que en su mayoría están en el formato PDF. Como cada impresión comienza y termina, es posible crear variaciones entre los grafismos, resultando en los datos variables (VDP – Variable Date Print), permitiendo personalización y adaptación del layout, dependiendo de los objetivos del proyecto gráfico.
La personalización de las impresiones no es una novedad. Hace muchos años que recibimos nuestras facturas con el detalle de los servicios prestados y su respectivo valor. No obstante, hace algunos años, los departamentos de marketing de las empresas percibieron que los materiales promocionales personalizados y, algunas veces, con layouts adaptados pueden tener un poder mucho mayor de conseguir la atención del consumidor que un producto genérico. Hay varios estudios que muestran que nos sentimos agradados cuando recibimos cartas comerciales con características específicas y que esa sensación puede revertirse en la compra del producto divulgado.
Otra ventaja de la impresión digital es la posibilidad de reproducir por demanda. Es posible hacer 50 tarjetas de visita, o 1 banner o 150 libros, siempre con la capacidad de imprimir más ejemplares posteriormente.
Tal característica atendió un nicho de mercado gráfico que antes no recibía atención. El sistema offset, principal competidor de la impresión digital, tiene costos iniciales que imposibilitan la impresión de pequeñas tiradas, a pesar de las bajas significativas del número de impresiones en ese sistema.
El sector de libros es un ejemplo significativo del uso de la impresión digital para pequeñas tiradas. Títulos especializados que solamente interesan a un número pequeño de lectores se imprimen con calidad y se distribuyen en sectores específicos que garanticen la venta de ese producto, además de facilitar la actualización en las ediciones, aumentando el valor agregado del libro.
La alimentación de esas máquinas puede ser por hoja o bobina. La ventaja de la segunda opción es la velocidad del proceso de impresión.
Otro segmento que utiliza la impresión digital son los procesos editoriales para la elaboración de apuntes, manuales de electrodomésticos, cuya innovación tecnológica requiere revisiones periódicas, catálogo de productos con precios y listas de productos con códigos y descripciones que son bastante utilizados por representantes comerciales.
Esos proyectos gráficos se imprimen en máquinas basadas en sistema electroestático, sensibilización de las áreas a imprimir en un tambor que por medio de un proceso magnético adhiere el tóner, transferido para el substrato. Para la fijación del tóner es necesario pasar por un fusor con alta temperatura.
El nombre tóner viene del inglés y significa tonalizante. Es una tinta en polvo compuesta de carbono y polímero utilizada para impresión digital. Necesita de fusión en caliente para adherir al substrato.
Hay algunos equipos que al utilizar tinta líquida aumenta la gama de colores cuando se relaciona con el diluyente (thinner).
Para quienes están acostumbrados con la impresión offset, la cantidad de colores resultante de la impresión digital es menor, principalmente en los procesos que utilizan tóner, pero eso no le quita méritos al sistema. Para los diseñadores es importante tomar un poco de cuidado con los tonos pasteles. El uso de colores Pantone tampoco es posible. Esos colores, cuando se utilicen en el layout se convertirán en colores de proceso (CMYK), para ser reproducidos. Por otro lado, está disponible la electro ink en color blanco, que posibilita la impresión de substratos transparentes o de colores. También hay diversos tipos de barnices aplicados en la propia máquina durante el proceso de impresión.
Otro segmento en el que podemos encontrar la impresión digital es el mercado de señalización y gigantografía. En esa área encontramos los plotters, impresoras de gran formato que se utilizan para reproducción sobre papel, plástico, lona, tejido, vinilo y otros substratos. En esas máquinas, la tinta es líquida, en la mayoría de las veces a base de solvente, que se transfiere para el substrato por medio de chorros. Pueden tener diversos colores básicos además de los de proceso (CMYK), aumentando la calidad de las imágenes reproducidas.