El proceso de producción gráfica tiene una serie de etapas relacionadas entre sí y que son responsables por el resultado final del producto.
Actualmente, hay la convención de dividir la producción gráfica en tres grandes fases: pre-impresión, impresión y acabado. En este momento, hablaremos sobre la primera parte del proceso.
Todo empieza en el Briefing que son informaciones necesarias sobre el proyecto gráfico relacionadas por el departamento de atención. En esta fase, resulta necesario hacer todos los estudios de costos para dirigir la creación en lo que se refiere a características y recursos que podrán utilizarse en el proceso.
El próximo paso es la creación. Es la elaboración de los textos e imágenes utilizando las informaciones contenidas en el briefing. Se realiza un borrador (rough), cuyo objetivo es visualizar la posición de los elementos de página (imágenes, bloques de texto y otros grafismos). En muchos casos se realiza una discusión para seleccionar las mejores ideas que denominamos de brainstorming.
El layout es resultado del borrador, confeccionado en aplicaciones de computación gráfica que, a su vez, genera una prueba, haciendo concreta la idea. Se presenta al cliente que propone alteraciones y que al final aprueba el proyecto para que pase a la fase de reproducción.
El proceso de layout necesita un conjunto de aplicaciones gráficas responsables por la parte operativa. Para adecuar las fotos para la impresión se utiliza un programa de tratamiento de imagen. Para hacer los dibujos y gráficos se necesitará un ilustrador y finalmente para armar el proyecto y darle salida se utiliza un paginador. Actualmente, los programas más conocidos en el mercado gráfico son: Photoshop para tratamiento de imágenes, CorelDraw e Illustrator para dibujos y gráficos e InDesign para diagramar las páginas.
En el arte final se realizan los ajustes técnicos en el archivo para asegurar que todos los elementos cumplan las exigencias necesarias para la continuidad del proyecto, tales como resolución, espacio de color, extensión de las imágenes, fuentes digitales, espesura de líneas, overprint, trapping, sangrados y otros.
Finalmente, viene el cierre del archivo. Es el momento de que el proyecto se transforme en un único archivo con las informaciones necesarias para su salida y con formato PDF. La estandarización utilizada para artes gráficas es PDFx-1A.
Dependiendo de la salida, el PDF generado puede seguir 3 caminos: fotolito, plancha CTP o impresión digital (DTPr).
El fotolito es una película fotosensible a la luz láser que define áreas que se deben imprimir (grafismo). Con él, es posible simular el resultado final con las pruebas de fotolito. Ellas sirven para aprobación y principalmente para la verificación de los colores utilizados en el proyecto. Pueden ser de prensa o heliográficas y acompañan al fotolito hasta la imprenta para servir de comparación con lo que se imprime en la máquina.
La plancha (CTP – Computer to Plate) genera la plancha de impresión sin la utilización del fotolito por medio de la exposición a la luz láser. Las pruebas utilizadas en este proceso son digitales, confeccionadas en impresoras a láser o chorro de tinta que simulan los colores de impresión, utilizando perfiles predefinidos en programas específicos.
En el caso de DTPr (Direct to Print) o impresión digital, la reproducción se realiza directamente a partir del archivo PDF, sin utilización de fotolito o plancha. Las impresoras digitales pueden ser a láser, chorro de tinta o tinta líquida que generan ejemplares bajo demanda con alta calidad gráfica.
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