Cuando se habla de costeos y desperdicios en un proceso productivo como el del área gráfica, nuestra mente inmediatamente hace referencia a los mayores valores añadidos al producto final, por ejemplo, el papel gasto para corregir o rehacer un trabajo errado.
Hemos descrito anteriormente ejemplos del punto “A” de la curva de los problemas de desperdicios del proceso gráfico. Sin embargo, trataremos en este artículo de formas de control a través de la creación de pequeños proyectos para algunos ítems prácticamente invisibles al proceso y/o al producto que, por tratarse de materiales o elementos auxiliares, causan una falsa sensación de insignificancia en sus controles y en los costos derivados de su mal uso, llevándonos a creer que sus desperdicios son costos bajos e irrelevantes en el proceso.
Algunos ejemplos de dichos productos o servicios que se pueden controlar por medio de pequeños proyectos son:
– consumo de polvo antirrepinte.
– pérdidas de placas regrabadas por manejo incorrecto o falta de control en los procesos.
– cantidad y aplicabilidad de químicos para grabación de placas y auxilio a impresión.
– cálculo y control de cantidad de pintura aplicada bajo el sustrato para impresión.
– cálculo y control sobre pinturas y barnices especiales comprados exclusivamente para determinados productos/clientes.
– entre otros.
Todo proyecto, independientemente de su tamaño o duración, se debe esquematizar por la formación de un equipo con un Coordinador (Responsable del proyecto) y con por lo menos cinco o seis colaboradores con conocimientos de las materias primas, insumos, materiales auxiliares y características generales de los otros procesos utilizados para obtención de los productos desarrollados, así como de los detalles de fabricación y aplicación de los objetos en estudio.
Este equipo será el responsable de establecer el escenario actual de consumo general de determinado producto u objeto de estudio, al cuantificar numéricamente (hojas, quilos, metros, horas etc.) y al costear dichos volúmenes (Pesos/unidades, Pesos/Kg, Pesos/Tonelada etc.), determinando cuáles son los consumos y volúmenes semanales o mensuales de los objetos en estudio. posteriormente, dichos volúmenes deberán compararse a los volúmenes medios de compras mensuales y/o de historiales de consumo informados por especificaciones, por los proveedores o técnicos externos, en su caso.
Proponemos la utilización de la sistemática de PDCA, y otras herramientas de calidad que puedan hacerse necesarias, para que el equipo identifique y trate las causas de eventuales consumos excesivos o desviaciones en relación a la meta estándar definida por el equipo junto del directorio de la compañía y colaboradores de los procesos.
Es importante, con el mantenimiento de los pequeños proyectos implementados y con la realimentación de nuevas acciones a través del PDCA, informar mensualmente a la dirección de la compañía y a todos los colaboradores involucrados, cuáles son los valores y cantidades reducidas, proyectándolo a través de metas cuál es el “saving”o economía anual (reducción estimada en un año en relación con el escenario inicial) de este proyecto y las formas de atribución de premios al equipo con el objetivo de estimular la creación de nuevos equipos y nuevos pequeños proyectos.